Tras su reciente entrada en vigor, la nueva legislación británica ya ha permitido a la Policía Metropolitana de Londres arrestar a los primeros clientes de burdeles. La nueva norma persigue a los hombres que pagan por tener sexo con una prostituta que esté siendo explotada a la fuerza, por engaño o amenazas.
Se trata de un delito de estricta responsabilidad (según han declarado los expertos), lo que significaría que es irrelevante que los clientes estén o no al corriente de que las prostitutas estén siendo explotadas por un tercero. El argumento declarado por la policía londinense es que los hombres que visitan los burdeles y pagan por sexo están explotando a mujeres vulnerables y contribuyen a sostener un comercio de abuso.
Una nueva pena asociada a este delito de solicitar servicios sexuales será la de contribuir presencialmente en iniciativas que ayuden a las víctimas a dejar la prostitución.
¿Sería una reforma legal de este tipo congruente con nuestro sistema penal?
Pues totalmente, porque la legislación española castiga el lucro de la prostitución (proxenetismo) INDEPENDIENTEMENTE de la voluntad de la persona que se prostituye. El efecto práctico y real es que este artículo, el 188 del CP, es que sirve para extorsionar a los empresarios del sector y a las prostitutas pues siempre alguien se estará beneficiando de su actividad: el propietario/a del piso, dueño/a del club, novio de la chica o incluso su familia.
ResponderEliminarDel mismo modo, esta iniciativa podrá servir para chantajear a los clientes lo cual puede ser muy atractivo para la administración en un momento de escasez de recursos y en el que se necesita ingresar dinero de cualquier manera. Y además es pasta que no está sometida a control alguno, que para cualquier ayuntamiento resulta indispensable tener una "caja b" por lo que pueda pasar...