sábado, 27 de noviembre de 2010

The Wire: “Nadie gana, un bando pierde más lentamente”

Sé que es un tema totalmente al margen de la actualidad mediática, pero la ventaja que tenemos los blogueros es que podemos escribir sobre nuestra propia actualidad y, a lo mejor, si hay suerte, puede interesarle a alguien más... si no, tampoco importa demasiado; mi realidad actual navega en un pseudovacío debido a la ausencia de unos personajes que han formado parte de mi existencia en los últimos años; me refiero a "The Wire: Bajo escucha", probablemente la mejor serie de televisión que se haya rodado jamás (disputa mi trono particular con otras grandes como Los Soprano, A dos metros bajo tierra y Mad Men). Es una producción norteamericana de HBO (canal por cable que alguien dijo que habría que inventar si no existiera); comenzó en el año 2002 y finalizó en 2008. Hace unos días presencié en DVD el fantástico último episodio de la quinta temporada (me resistía a verla consciente de que era la última) de esta teleserie sobre polis que da la vuelta a todas las convenciones del lenguaje televisivo y nos introduce en los entresijos podridos de una ciudad como Baltimore, universal gracias a esta obra maestra.

Cualquier profesional de la Criminología está obligado a disfrutar de 60 horas de televisión real, mucho más real que la gran mayoría de documentales, pese a que los agentes McNulty, Bunk, Freemon, Kima, el Alcalde Carcetti, o el gánster justiciero Omar Little sean personajes de ficción, nacidos de la cabeza de un periodista llamado David Simon, y del expolicía Ed Burns; ambos son de Baltimore y han conseguido que yo también, aunque sea un poco, sea habitante de Baltimore.

Si trabajas en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en política, en el sistema educativo, en un medio de comunicación, en la Judicatura, en el crimen organizado... te habrás visto retratado por muchas de las situaciones que recrea The Wire. Una ficción con estética semi-documental, con guiones milimétricos y con un sentido del ritmo inconcebible en la televisión al uso, sólo comparable con la paciencia argumental de otra maravilla, antes mencionada y afortunadamente aún viva, como Mad Men.

The Wire no es maniquea (aunque se alinea claramente con los perdedores, todos los personajes tienen un lado oscuro); es una serie difícil, seca y dura (no es Disney, precisamente); no da concesiones (sin espereranza, sin happy end, todo sigue igual y los corruptos se suceden unos a otros). Es contradictoria por su honestidad, una serie sin trampas que trata sobre un mundo en el que se falsean las estadísticas criminales, se inventan entrevistas, se manipulan pruebas, se engaña a las parejas y se engañan a ellos mismos. Al igual que en Los Soprano, es aterrador el determinismo criminal que subyace: se asesina con frialdad costumbrista, sin malos rollos, sin épica, como una parte más del negocio.


En fin, este vacío existencial lo estoy supliendo con la lectura de un libro -estupendo regalo de otro wireaholic-, titulado “The Wire: 10 dosis de la mejor serie de la televisión”, recientemente editado por Errata Naturae, y muy recomendable para fans afligidos por la pérdida. De dicho texto, he extraído estas palabras de su creador David Simon, que ejemplifican el espíritu de The Wire: “A excepción de los santos y los sociópatas, son muy pocos los terrícolas que presentan algo más que no sea una confusa y corrupta combinación de motivaciones personales, casi todas egoístas y algunas incluso hilarantes (...) The Wire no intentó solamente contar un par de buenas historias; sobre todo buscó... pelea”.


jueves, 26 de agosto de 2010

Inteligencia Grafotécnica

Históricamente, los servicios de inteligencia se han servido de la ciencia policial y criminalística para el desarrollo de sus actividades de análisis. Criminal Geographic pone a vuestra disposición un enlace en pdf a uno de los capítulos que forman parte de una interesantísima obra colectiva titulada "La inteligencia como disciplina científica", editada por Plaza y Valdés y por el Ministerio de Defensa y que refleja la influencia recíproca entre la ciencia forense y el entorno de la denominada comunidad de inteligencia.

En "Inteligencia Grafotécnica" su autor, Gregorio Alonso Bosch, expone el pasado, presente y futuro de la estrecha vinculación existente entre las ciencias del grafismo y el mundo de los Servicios Secretos, señalando la utilidad de la Grafotecnia dentro del ciclo de inteligencia tanto en los terrenos tradicionales (identificación de firmas u otros textos manuscritos, análisis psicografológicos de anónimos, estudios grafopatológicos...) como en aquellos otros relacionados con la identificación de escrituras realizadas en diferentes idiomas, o con los últimos avances biométricos.

martes, 3 de agosto de 2010

Visibilidad criminal y peligro de contagio en violencia de género

Del reciente análisis de resultados de los esfuerzos del Gobierno por frenar la violencia de género se ha descubierto que, lamentablemente, el fenómeno no sólo no mejora, sino que está empeorando. Ni nuevos programas de protección policial, ni medidas reeducativas (bueno, en lo del teléfono del maltratador creía poca gente, salvo la ministra), ni campañas de promoción de la denuncia. Nada consigue frenar las agresiones y las muertes de las mujeres. Tampoco se da con las causas de este fracaso en la estrategia. Tal vez porque las medidas adoptadas son precisamente más operativas que estratégicas; evidentemente, hay que hacer lo posible por frenar HOY las muertes como sea, pero quizás el fenómeno no se pueda combatir escupiendo al incendio, sino poniendo en práctica una planificación de medidas a largo plazo, entre las que se debe contar necesariamente, con el (dificilísimo, pero imprescindible) cambio de la mentalidad machista de nuestra sociedad (no solamente de la española, ojo).

Ponemos tiritas al cancer cuando evitamos afrontar que podemos confiar en que con campañas efectistas y macabras vamos a cambiar la forma de pensar del mastuerzo que piensa en su mujer como una propiedad más, mientras que la publicidad (que más nos convence, por cierto) es la de la modelo semidesnuda, que enluce el producto con su carga sexual, y mientras que en casa y en los colegios perpetuamos los roles propios de niños y niñas (por más modernos que nos consideremos algunos padres).

Puede parecer imposible, o al menos, inconveniente a los intereses económicos, y buscar mil excusas para afrontar semejante vuelta al calcetín social, pero la verdad está ahí, y de esos polvos vienen estos lodos. En fenómenos sociales recientes se han conseguido resultados espectaculares y se ha conseguido ya cambiar la forma de ver las cosas en la calle; ¿quién hubiera dicho hace unos años que los no fumadores tendrían la prioridad y que se cambiarían algunas normas de protocolo seculares para proteger su salud? ¿cuánto tardarán en aceptarse con normalidad las relaciones homosexuales en todos los ámbitos, y su repercusión en la cultura, el lenguaje, etc?. Un cambio mayor es imprescindible para prevenir y atajar el machismo camuflado, latente, y liquidar así la violencia de género.

Sin embargo, cabe decir que entre las medidas a corto y medio plazo que deberían interesar más los criminólogos (aparte de buscar su hueco profesional en la función pública y montar un colegio, ahora que podrían desaparecer con el desarrollo de la Ley Omnibus), podría estar la demanda a los medios de comunicación de un mayor compromiso social (responsabilidad) en el tratamiento de las noticias referidas a la VdG, como de hecho debería existir respecto a las relativas a hechos terroristas. Con demasiada frecuencia, anclada en la costumbre, el periodista recurre a los terribles resultados de ambos delitos, centrándose en los aspectos más morbosos del padecimiento de la víctima o de la justificación de los delincuentes; la excusa tradicional es la búsqueda del "lado humano" de la noticia, olvidando que dar un exceso de hemodetalles provoca precisamente la deshumanización, la cosificación de la víctima.

A esto se suma que está demostrado (sobradamente estudiado en casos de suicidio) el efecto contagio que representa cubrir estos hechos de la forma tradicional (El Caso), en lugar de afrontar la noticia de manera más generalista, implicándose en mostrar la ruindad que para el ser humano supone atentar con la dignidad y la vida de otra persona. Entre los datos del análisis que mencionabamos al principio, se encuentra el 70% de casos que se producen en los tres días siguientes a la publicación de la comisión de una muerte por VdG. No es que la noticia cree en el maltratador la idea de matar (ya presente en su vil conciencia), pero sí que lo anima a dar el paso e incluso a tomar apuntes del modus operandi. Tristemente, desde la página de sucesos fomentamos más los copycats maltratadores, y hacemos el caldo gordo a los terroristas, en lugar de frenarlos.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Skin proxeneta se mete a terrorista islámico


Acaba de ver la luz el resultado de la última infiltración del investigador Antonio Salas, conocido por sus anteriores éxitos “Diario de un skin” y “El año que trafiqué con mujeres”. En esta ocasión plasma los avatares de seis años de una doble vida como simpatizante de la causa terrorista islámica, haciéndose pasar por un palestinos de origen venezolano.

Como en sus anteriores obras, auténticos diarios personales, Toni nos relata en primera persona cómo se preparó a conciencia para crear su cobertura, su personaje, aprovechando su experiencia anterior, en una misión personal en la que ha asumido más riesgos que nunca y ha llegado, también, más lejos que nunca. En esta aventura ha recibido entrenamiento guerrillero, conocido a célebres terroristas (como Chacal) y sorteado situaciones peligrosas.


Desde CG recomendamos la lectura de esta obra, a medio camino entre un libro de aventuras y el dossier de un agente de inteligencia, de estilo espontáneo y fácil enganche, a la que seguirán otras obras complementarias, ya que su autor nos revela que no ha sido posible plasmar toda la documentación que ha recabado pese a haber realizado un esfuerzo mayúsculo en recoger las experiencias vitales más interesantes.


Ha tenido la gentileza de ofrecernos, a modo de cata, el primer capítulo del libro, que podemos descargar en: http://www.antoniosalas.org/sites/all/themes/internal/antoniosalas/pdf/el_palestino_primeras_paginas.pdf

miércoles, 12 de mayo de 2010

Saber prevenir las Ventanas Rotas: prevenir el delito sin asustar al ciudadano



Wilson y Kelling sugirieron hace ya 20 años que la policía podría ser más efectiva en su lucha contra el delito si se centrara en delitos menores. Formularon la hipótesis de que el desorden que no es aplacado aumenta el miedo al delito en una comunidad, iniciando una cadena de sucesos que pueden llevar a disparar los niveles de delito. Si la Policía se centra en aplacar el desorden puede cortar este ciclo de deterioro de la vida en comunidad. Su estudio abogaba por indagar más sobre la relación entre desorden público y miedo al delito en el contexto de la teoría de las ventanas rotas, mediante la observación focalizada en los fallos policiales de atención al desorden y los delitos menores en determinados puntos negros de delincuencia.



Los resultados de un estudio realizado más recientemente por investigadores de la Universidad de Maryland y Jerusalén apuntan a que la percepción social que la comunidad tiene del desorden influye notablemente en el miedo al delito, confirmando la tradicional teoría de las ventanas rotas. A la vez, detectaron que la propia intervención policial en sí misma incrementa la probabilidad de sentirse inseguro, por lo que estos científicos llaman la atención sobre la importancia de CÓMO se aplican los programas policiales de prevención, que han de dirigirse no sólo a reducir el desorden público sino también a prevenir que el miedo ciudadano se incremente en la aplicación de esos programas.




Para ver el estudio completo: Hinkle y Weisburd (2008): “The irony of broken Windows policing…”, Journal of Criminal Justice 36, 503-512.

viernes, 30 de abril de 2010

Cárcel para puteros británicos


Tras su reciente entrada en vigor, la nueva legislación británica ya ha permitido a la Policía Metropolitana de Londres arrestar a los primeros clientes de burdeles. La nueva norma persigue a los hombres que pagan por tener sexo con una prostituta que esté siendo explotada a la fuerza, por engaño o amenazas.


Se trata de un delito de estricta responsabilidad (según han declarado los expertos), lo que significaría que es irrelevante que los clientes estén o no al corriente de que las prostitutas estén siendo explotadas por un tercero. El argumento declarado por la policía londinense es que los hombres que visitan los burdeles y pagan por sexo están explotando a mujeres vulnerables y contribuyen a sostener un comercio de abuso.


Una nueva pena asociada a este delito de solicitar servicios sexuales será la de contribuir presencialmente en iniciativas que ayuden a las víctimas a dejar la prostitución.


¿Sería una reforma legal de este tipo congruente con nuestro sistema penal?

viernes, 16 de abril de 2010

La confianza en la Policía



En un estudio realizado por Jang y Joo, de las Universidades de Missouri y Houston, se ha descubierto que la confianza que la gente de un país tiene en su Policía depende del nivel de democracia del régimen político y de la tasa de homicidios. Entre las variables individuales se cuenta la edad y el nivel educativo; la confianza en la Policía es menor en individuos con alto nivel de aceptación hacia las subulturas desviadas. Por el contrario, los que están más satisfechos con el desarrollo democrático de su país muestran actitudes más favorables hacia la Institución.



En estos días hemos visto en España como la ardiente politización de una ejecución judicial ha puesto a la Policía en el ojo de las críticas más torticeras. La actuación de los antidisturbios (UIP) en El Cabanyal ha sido, como es habitual, presentada sesgadamente en algunos medios y vituperada descerebradamente como pasa en cada ocasión en la que es preciso que esta unidad emplee la fuerza para la que ha sido dotada legalmente.

Como es habitual, los encuadres y las secuencias se han centrado en las acciones de los uniformados; rara vez “vende” en cámara la tensión, los insultos y, sobre todo, las agresiones que reciben los servidores públicos durante su función. Aunque resulte increíble, todavía hay mucha gente que se cree a pies juntillas la selección visual que le ponen los cámaras como único reflejo de la realidad. La Delegación de Gobierno ha recordado que esos policías estaban allí para cumplir una orden judicial, no para servir de muñecos de tiro al plato; y ha remarcado que el informe de la actividad no indica ningún exceso en el empleo de la fuerza.



La confianza en la Policía española no puede verse empañada por imágenes manipuladas, sacadas de contexto con titulares maniqueos. La confianza pública, afortunadamente, se basa, como nos apunta el estudio científico de los americanos, en los resultados diarios de la Institución y en el nivel de democracia que nos muestran a diario, cumpliendo como cumple su deber constitucional.

jueves, 11 de marzo de 2010

Agresividad y obesidad



Frente al mito del gordo simpático, un equipo de investigadores de las Universidades de Kentucky, Michigan, Amsterdam, Kentucky y Florida han descubierto lo que todos sabemos cuando vamos de copas: que el peor borracho es el borracho gordo. Al parecer, han probado que este estereotipo tiene peso (¡) y que el peso interactúa con el alcohol y el género para predecir el alto nivel de agresividad en los hombres de peso intoxicados.

jueves, 4 de marzo de 2010

Delito violento, inteligencia, color de piel, e ingresos

Un estudio publicado hace unos meses por las Universidades de Ontario y de Fresno analizó los datos recogidos por la estadística criminal de INTERPOL en el periodo 1993-1996 en 133 países y determinó que el delito violento era menor en países con un índice medio de inteligencia (IQ) alto, altas expectativas de vida, color de piel claro y bajas tasas de SIDA, y con bajas tasas de mortalidad infantil. Las correlaciones eran significativamente más altas con el color de la piel que con los ingresos económicos; cuando se excluyeron del análisis a los 19 países subsaharianos la relación delito/IQ se mantuvo, pero la relación delito/color de la piel no.

Es la primera vez que me encuentro en una investigación científica con una conclusión tan políticamente incorrecta, que puede dar alas a los racistas, en un momento en el que la xenofobia parece que está creciendo entre la población española, a juzgar por algunas de las conclusiones un recientísimo informe elaborado por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE) para el Ministerio de Trabajo e Inmigración: "España afronta el reto de la integración de los inmigrantes en un contexto temporal desfavorable, donde la crisis e incertidumbre económica empiezan a adquirir fuerza".

Aunque hay que prestar atención a los mensajes e imágenes que de la inmigración se transmiten, para no propiciar la activación del racismo y la xenofobia, ¿deben los criminólogos mantenerse imparciales, fieles a su ciencia, y seguir investigando y publicando sus descubrimientos ajenos a estos peligros?

lunes, 11 de enero de 2010

Fallece Antonio Beristain

El final de 2009 nos ha traído la mala noticia del fallecimiento, a los 85 años de edad, de uno de los grandes nombres de la Criminología en España, D. Antonio Beristain Ipiña, fundador del Instituto Vasco de Criminología, y un referente para quienes hemos estudiado esta ciencia y nos dedicamos profesionalmente al ejercicio de esta actividad. Catedrático de Derecho Penal, gran docente y con prestigio internacional en el ámbito de la Victimología, Beristain es considerado uno de los padres de la Criminología en nuestro país. Adjunto enlace a Europa Press para conocer más datos sobre este ilustre jurista y criminólogo que nos dejó el pasado 29 de diciembre.

viernes, 8 de enero de 2010

Criminalística aplicada a la identificación

En Criminal Geographic queremos facilitar a nuestros lectores una serie de textos de interés criminalístico y de difícil acceso en formato pdf. Os adjuntamos una versión ampliada con fotografías y gráficos del artículo “Métodos y Técnicas de Investigación Criminal en España. Criminalística aplicada a la identificación de personas”, publicado en el nº 85 (nov-dic 07) de “Ciencia Policial”, revista de referencia en España en el campo de la Policía Científica, editada por la DGP. El artículo está firmado por Gregorio Alonso Bosch y Manuel Carballal, y lo podéis descargar completo en este enlace http://www.feccrim.com/identificacioncriminal.pdf