miércoles, 26 de mayo de 2010

Skin proxeneta se mete a terrorista islámico


Acaba de ver la luz el resultado de la última infiltración del investigador Antonio Salas, conocido por sus anteriores éxitos “Diario de un skin” y “El año que trafiqué con mujeres”. En esta ocasión plasma los avatares de seis años de una doble vida como simpatizante de la causa terrorista islámica, haciéndose pasar por un palestinos de origen venezolano.

Como en sus anteriores obras, auténticos diarios personales, Toni nos relata en primera persona cómo se preparó a conciencia para crear su cobertura, su personaje, aprovechando su experiencia anterior, en una misión personal en la que ha asumido más riesgos que nunca y ha llegado, también, más lejos que nunca. En esta aventura ha recibido entrenamiento guerrillero, conocido a célebres terroristas (como Chacal) y sorteado situaciones peligrosas.


Desde CG recomendamos la lectura de esta obra, a medio camino entre un libro de aventuras y el dossier de un agente de inteligencia, de estilo espontáneo y fácil enganche, a la que seguirán otras obras complementarias, ya que su autor nos revela que no ha sido posible plasmar toda la documentación que ha recabado pese a haber realizado un esfuerzo mayúsculo en recoger las experiencias vitales más interesantes.


Ha tenido la gentileza de ofrecernos, a modo de cata, el primer capítulo del libro, que podemos descargar en: http://www.antoniosalas.org/sites/all/themes/internal/antoniosalas/pdf/el_palestino_primeras_paginas.pdf

miércoles, 12 de mayo de 2010

Saber prevenir las Ventanas Rotas: prevenir el delito sin asustar al ciudadano



Wilson y Kelling sugirieron hace ya 20 años que la policía podría ser más efectiva en su lucha contra el delito si se centrara en delitos menores. Formularon la hipótesis de que el desorden que no es aplacado aumenta el miedo al delito en una comunidad, iniciando una cadena de sucesos que pueden llevar a disparar los niveles de delito. Si la Policía se centra en aplacar el desorden puede cortar este ciclo de deterioro de la vida en comunidad. Su estudio abogaba por indagar más sobre la relación entre desorden público y miedo al delito en el contexto de la teoría de las ventanas rotas, mediante la observación focalizada en los fallos policiales de atención al desorden y los delitos menores en determinados puntos negros de delincuencia.



Los resultados de un estudio realizado más recientemente por investigadores de la Universidad de Maryland y Jerusalén apuntan a que la percepción social que la comunidad tiene del desorden influye notablemente en el miedo al delito, confirmando la tradicional teoría de las ventanas rotas. A la vez, detectaron que la propia intervención policial en sí misma incrementa la probabilidad de sentirse inseguro, por lo que estos científicos llaman la atención sobre la importancia de CÓMO se aplican los programas policiales de prevención, que han de dirigirse no sólo a reducir el desorden público sino también a prevenir que el miedo ciudadano se incremente en la aplicación de esos programas.




Para ver el estudio completo: Hinkle y Weisburd (2008): “The irony of broken Windows policing…”, Journal of Criminal Justice 36, 503-512.