sábado, 31 de octubre de 2009

Identificación de grafitis

A juzgar por las noticias, surgidas en los últimos meses, en relación con la identificación de la autoría de grafitis o pintadas, y dado el interés de algunos ayuntamientos por encontrar una solución eficaz para este problema, quiero aclarar algunos aspectos de relevancia desde el punto de vista técnico-grafodocumentoscópico:

Cualquier soporte informático que sirva como base de datos para muestras gráficas, es interesante a efectos forenses porque, tal y como sucede con la mayoría de las soluciones biométricas, permite una discriminación de sospechosos con el consiguiente ahorro de tiempo y de recursos. El problema surge cuando en prensa se simplifica la noticia hasta el punto de que parezca que existe un software capaz de alcanzar una identificación y verificación de autoría de manera categórica, por sí solo. Y hay que decir que, a día de hoy, esta aseveración es completamente errónea. El reconocimiento biométrico-informático de escritura manuscrita avanza lentamente pues estamos hablando de tecnología de identificación de naturaleza dinámica –la escritura es un proceso cerebral, individual para cada persona, pero formalmente mutable, frente al reconocimiento dactiloscópico, por ejemplo, denominado estático debido a la inmutabilidad de las huellas dactilares. Estamos lejos de conseguir conclusiones categóricas basadas únicamente en aplicaciones informáticas.

El perito calígrafo humano, a día de hoy, es irreemplazable. No hay soluciones informáticas que garanticen un resultado válido a nivel procesal a efectos de identificación de la autoría de cualquier texto manuscrito o firma. En Pericia Caligráfica la tecnología informática ayuda, pero no sustituye.

El asunto resulta aún más delicado, si tenemos en cuenta que las pintadas o grafitis realizados con espray o con punzones, son especialmente difíciles a efectos de identificación de autoría porque, debido a las características del útil escritural, desaparecen muchos rasgos individualizadores y se produce una tendencia a la homogeneización de la escritura. Se pueden alcanzar conclusiones válidas respecto a estos escritos siempre que contemos con una muestra de cotejo -de comparación- suficientemente amplia y adecuada para el caso, y empleemos la metodología de forma completa. No debemos frivolizar en un asunto en el que en ocasiones, incluso en los tribunales, encontramos informes erróneos por no aplicar las debidas garantías técnicas.

Los peritos calígrafos y grafólogos debemos evitar las exhibiciones mediáticas y los titulares contundentes pero carentes de cientificidad. Hay que volver a la seriedad técnico-metodológica que ha permitido que estas especialidades se desarrollen, desde hace más de un siglo, en los juzgados y tribunales, con informes de validez procesal plena.

Los ayuntamientos siempre han tenido a su disposición a los peritos calígrafos, tanto privados como de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, únicos profesionales técnicamente cualificados para la detección de la autoría de las pintadas y grafitis. Es muy bueno para nuestra profesión que se dé a conocer esta posibilidad y que se facilite la tarea de la administración mediante bases de datos u otros sistemas informáticos, pero no debemos olvidar que no existen fórmulas mágicas y que, finalmente, la única garantía para la identificación de los autores de cualquier manuscrito, es la aplicación de una metodología grafodocumentoscópica completa, más aún en asuntos tan complejos como las pintadas y grafitis.