martes, 22 de septiembre de 2009

Stieg Larsson


El V Premio del Observatorio de la Violencia de Género concedido a título póstumo a Stieg Larsson, autor de la celebradísima trilogía de novela negra titulada Millenium, representa que la lucha contra la violencia machista se puede iniciar desde muchos ámbitos, y su efectividad está más relacionada con el éxito y el talento, que con las buenas intenciones. En realidad, este es un premio concedido a un gran novelista, capaz de crear unos personajes tremendamente atractivos -con perfiles psicológicos desarrollados con detalle-, unas tramas inteligentes y un talento excepcional para la narrativa y para mantener la atención del lector a lo largo de más de 2.000 páginas.


Su temprana muerte, con 50 años, sin haber disfrutado del éxito de sus novelas, así como la dramática situación vital en la que ha quedado la mujer con quien compartió 32 años de su vida, (ver entrevista en El País), ha incrementado exponencialmente su repercusión mediática. Así que, no nos engañemos, las novelas son exitosas por el talento de Larsson y por las circunstancias vitales expuestas, no por su denuncia de la violencia de género o del traffiking, cuya aparición en las mismas es, siguiendo la terminología de Hitchcock, un simple “MacGuffin”, es decir, una trama, aparentemente central, que sirve como mera excusa argumental para el desarrollo de los personajes.


Desde este blog, animo a todos a que os adentréis en el universo de las novelas de Larsson, pero no busquéis información novedosa desde el punto de vista criminológico o victimológico; disfrutad de tres novelas muy bien escritas, correctamente documentadas (no en vano, Larsson era periodista), muy entretenidas, y con un fascinante personaje llamado Lisbeth Salander, que el propio Larsson veía como una evolución brutal de Pippi Calzaslargas: una hacker con memoria fotográfica, una especie de super-heroína al estilo Marvel, vengadora solitaria y víctima de los más oscuros poderes de la sociedad; una fábula que sirve al autor para denunciar la necesidad de desarrollar eficaces mecanismos de control constitucional de los poderes del Estado y para abogar por la independencia de los medios de comunicación.


Larsson parte de posiciones marcadamente progresistas, pero peca de ciertas incoherencias al permitir -y tácitamente, justificar- que la protagonista de su trilogía emplee la venganza como mecanismo de defensa. En dicha incoherencia, discutible desde el punto de vista ideológico, se encuentra parte de la grandeza narrativa de estas novelas, y de la profundidad de los personajes, pues se alejan de lo políticamente correcto y del incómodo maniqueísmo de la ficción ideologizada. A partir de esta reflexión planteo una pregunta bienintencionada: ¿encaja con el espíritu progresista que defiende el Observatorio de la Violencia de Género?.

domingo, 20 de septiembre de 2009

SE BUSCA MONSTRUO


Este pájaro se acaba de escapar de su condena en prisión en Holanda, aprovechando un permiso carcelario. Estamos ante un auténtico peligro andante, que deja pequeña a cualquier película de terror de psicópatas asesinos. Saban Baran fue encarcelado por trata de mujeres con fines de explotación sexual, y tenía a gala marcar a sus víctimas, cual ganado, con sus iniciales tatuadas en el cuello; además, les obligaba a abortar clandestinamente y a operarse de los pechos.

Una vez más, y pese a los antecedentes de fuga que lucía esta bestia, un criminal escapa de la Justicia aprovechando los fallos del sistema. Ahora le busca Interpol temiéndose que escape a Turquía, por la falta de acuerdo de extradición con Holanda. Lo realmente temible es que las víctimas que se libraron de este animal ahora están expuestas a represalias. De hecho, hace unos días una de ellas se lo cruzó en la calle, llevándose el susto de su vida.

¿Y en España, estamos preparados para hacer frente a una fuga así, y dar cobertura a las víctimas una vez finalizado el proceso? ¿Pueden jueces y policías reaccionar ante una emergencia así?. Lo dudo mucho, ya que seguimos siendo uno de los Estados sin Sistema Nacional de Derivación, y ni siquiera contamos con un Centro Nacional de Coordinación contra la Trata de Mujeres (como Holanda, por cierto). Una vez terminado el juicio y dictada la sentencia, ¿quién vela por las víctimas, hayan colaborado o no en el proceso?. ¿Hasta dónde alcanza la protección de testigos (y la de los no testigos)?
El vigente (y silente) Plan Integral contra de trata en España debería dar una respuesta a estas inquietantes interrogantes.

martes, 8 de septiembre de 2009

La salud de la víctima y su trascendencia procesal



  • Estos días es noticia que los responsables de un burdel de Castelldefels obligaban a sus prostitutas a consumir vitaminas, medicinas y hormonas "para que trabajasen más y mejor”, siendo las madames (mamis) las encargadas de asegurar la administración de estas sustancias por las mujeres que controlaban.

    En pocas ocasiones encontramos estudios científicos que se centren en analizar en profundidad las consecuencias psico-físicas que para las víctimas de trata de seres humanos tiene el haber pasado por la experiencia de ser tratadas como ganado sexual.

    El primero (y probablemente único hasta la fecha) de estos estudios lo publicó en 2008 Cathy Zimmerman y su equipo, arrojando los siguientes datos sobre el análisis de 192 casos de víctimas liberadas- mujeres y chicas con edades entre 15 y 45 años (el 42% entre 21 y 45):

  • Casi todas habían sufrido violencia física (75%)o sexual (90%) durante la trata.

  • Entre los síntomas más frecuentes están: dolores de cabeza (82%), cansancio crónico (81%), habla torpe (70%), dolor de espalda (69%), problemas de memoria (62%), dolor de estómago (61%), dolor pélvico (59%) e infecciones ginecológicas (58%).

  • La trascendencia que este cuadro médico tiene para las investigaciones policiales y el procesamiento es escasamente ponderada: desde un (frío) punto de vista práctico y operativo es vital garantizar la rápida y sostenible asistencia psicológica y médica a la víctima tras su liberación, ya que el estrés y el dolor que arrastran afecta a su capacidad para colaborar en las investigaciones, para tomar decisiones rápidas sobre su propia seguridad y bienestar o para pedir asilo.

    Teniendo en cuenta lo anterior, encontramos un nuevo argumento para respaldar la introducción del mecanismo legal del periodo de reflexión (autorización de residencia temporal) para dar tiempo a la víctima de trata para recuperarse física y mentalmente y sentirse segura antes de comprometerse en colaborar en el procesamiento de sus ex tratantes.